Es muy importante que se puedan controlar los parásitos y las enfermedades en los bonsai. Si bien las plantas pueden parecer sanas en realidad pueden estar siendo atacadas por un parásito que acabará rápidamente con ellas.
Es normal que los ácaros los ataquen, por eso debemos examinar muy de cerca los diferentes ejemplares. Tengamos en cuenta que son casi microscópicos pero con lupa se pueden ver. Ellos suelen ubicarse en la parte inferior de las hojas, para verlos será necesario girar las hojas y buscar en las telas finas o restos de ellos.
Una hoja sana se verá totalmente limpia. Si se ven restos de telaraña deberás comenzar a buscar los ácaros. Estas criaturas suelen poner huevos redondos muy pequeños. Las arañas rojas también son fáciles de ver sin la necesidad de usar lupa.
Las polillas, los ácaros, los pulgones, las arañas rojas, las cochinillas pueden ser controlados si son vistos a tiempo. Solo se debe colocar el insecticida adecuado, pueden ser fitotóxicos para ciertas especies por eso primero se deben probar en algunas hojas. Es necesario repetir los tratamientos para evitar la aparición de nuevos huevos.
Normalmente se aconseja realizar tres tratamientos espaciados entre cinco y siete días. Si el caso es muy grave se deberán usar insecticidas químicos, siempre llevando a cabo las instrucciones al pie de la letra.
Las enfermedades criptogámicas pueden ser más complicadas de erradicar y de diagnosticar estas enfermedades pueden vincularse con la presencia de organismos. Pueden ser provocadas en un medio ambiente favorable al organismo y no tan bueno para la planta. En estos casos se deberá mejorar el medio ambiente donde esté la planta y después debemos revisar la planta, si notamos que las raíces están podridas se debe incrementar el drenaje del suelo y regar con menor frecuencia, se debe poner la planta al sol y cambiar las condiciones de cultivo. En el caso de que la enfermedad se vea en las hojas se debe reducir la humedad, ponerla al sol e incrementar la circulación de aire.
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