Cuando un cliente se ha puesto en contacto con el paisajista lo primero que deben hacer es visitar el jardín. Si la casa está recién construida o está en construcción se deberá ver las dimensiones del futuro jardín. Si es para cambiar el jardín que ya existe o mejorarlo el trabajo será más simple, aunque puedes tener que enfrentarte a un lugar con aspecto abandonado.
El segundo punto es hablar con el cliente, determinar el uso que se le dará al jardín, el estilo de diseño, teniendo en cuenta el tipo de edificación, si se tienen niños o mascotas. Es importante que el paisajista conozca los gustos y preferencias de sus clientes. Es muy importante contar con toda la información necesaria para obtener buenos resultados en el diseño del jardín.
En un cuaderno de campo el paisajista anotará toda la información que le dará el cliente. A la primera visita irán con una cinta métrica o estación total para realizar un levantamiento de la parcela. La cinta métrica se usa en los terrenos más pequeños y la estación total en aquellos terrenos más grandes (es un aparato de precisión muy útil).
Los paisajistas realizarán un croquis de la parcela y las edificaciones que se tiene. En este plano se van agregando las mediciones que se realizarán después, en el trabajo llamado de gabinete, que permitirá generar un plano a escala del lugar.
En este croquis se debe marcar donde está el norte geográfico, si existen árboles u otra vegetación y como está ubicada. También se debe apuntar el paisaje circundante y determinar cualquier accidente topográfico del terreno.
Es aconsejable realizar un análisis de suelo para conocer la composición, la textura y la estructura. Así se sabrá con que tipo de suelo se cuenta y si es necesario agregar algunos centímetros de tierra vegetal, que es una tierra de calidad que se adquiere a granel.