Las plantas son maravillosas. Las hay de todo tamaño, color, forma, etc. Precisamente, una de las más particulares y vistosas es un cactus conocido como Crassula Templo de Buda o Kimnachii. Así se la denomina ya que esta planta tiene una forma que se asemeja a la de un templo budista.
Crassula Templo de Buda, una especie única
Esta vistosa planta es el fruto de una hibridación desarrollada entre una Crassula Pyramidalis y una Crassula Perfoliata. Sus hojas son gruesas y de un color verde grisáceo, se superponen entre sí y toman la forma de una columna cuadrada con una altura aproximada a los 15 centímetros.
En su base, no bien sale de la tierra en la que está plantada, aparece un pequeño tallo rojizo que parece ser una ramificación. Por su parte, las hojas presentan en su superficie una especie de polvo blancuzco que les permite conservar la humedad y además las protege de la luz solar en caso de que sea demasiado fuerte. Tanta belleza y singularidad deben venir acompañadas de algún costado no tan refulgente.
En efecto, su cultivo es difícil y demanda un cuidado considerable mantenerla en óptimas condiciones. Uno de los recaudos a tomar es que no reciba el sol en forma directa. En cuanto al riego, debe ser regular en verano y en el invierno de escaso a nulo. Otra característica es que no soporta las heladas.
Sobre el sustrato en que se instala, debe ser preferentemente liviano sumamente permeable. Es posible que tenga flores. En este caso, serán de color rojo en un principio. Luego, al crecer se tornan de un tono rosa pálido a blanco. Su reproducción se produce por esquejes de sus hojas.
Cuidados de la Crassula Templo de Buda
El riego
Respecto del riego, hay que tener en cuenta que es muy perjudicial regarlas en forma excesiva. En este caso, si además el sustrato se satura y apelmaza y está plantada en un lugar con un mal drenaje estará todo dado para que se produzca la formación de hongos y la posterior muerte de la planta.
Así, entre los meses de octubre a mayo el riego debería efectuarse con muy poca cantidad de agua, siempre dependiendo de cual sea la zona geográfica, el clima reinante y la cantidad de precipitaciones producidas. Un recaudo ineludible es revisar el sustrato antes de regar, ya que éste debe encontrarse seco.
El abono
Otra cuestión a tener en cuenta es el abono. Las crasas no tienen grandes requerimientos nutricionales. Si es posible que necesiten abono las que están plantadas en maceta. En todo caso, si se les agrega abono debe hacerse con mesura. En este caso los beneficios se verificarán sobre todo para estimular la floración.
Los fertilizantes mas adecuados son los específicamente preparados para cactus y crasas en el período que va de marzo a septiembre. Se deben aplicar en todos los casos sobre el sustrato humedecido. La dosis debe ser respetada así como su frecuencia. Ambas están señaladas en los envases.
Las plagas y enfermedades
Un punto a tener siempre presente es el de las enfermedades. La mayoría de ellas suelen provenir del exceso de agua en el sustrato y una atmósfera excesivamente húmeda, con una mala ventilación y una temperatura demasiado baja además de sombra excesiva. Otra posibilidad es la de presentar quemaduras causadas por exceso de sol, de sequedad y de calor. Todas estas variables dependen en gran medida de la variedad de crasa de que se trate.
En caso de lluvias excesivas, para evitar la podredumbre es conveniente tratarlas con un buen fungicida en forma preventiva o con una dosis de 20 centímetros cúbicos de Triadimenol al 25%, en este caso, el efecto es sistemático ya que además de preventivo es en su caso, curativo.
La multiplicación
Respecto de su multiplicación, debemos saber que cada hoja de crasa puede generar una nueva planta. Es conveniente separar los nuevos hijuelos que florecen junto al tallo o las rosetas. Para que una nueva planta nazca bastará con apenas enterrar el retoño o una ramita o aún una base de la hoja en un sustrato formado por una mezcla de arena y turba humedecidas.
El sustrato
Las Crassula Templo de Buda se adecuan mejor a una tierra pobre y fundamentalmente porosa, ya que esto les asegurará un buen drenaje y una excelente aireación. En caso de adquirirlo en un comercio especializado, pedir los específicos para cactus ya que son los que mejor se adaptan por su alto contenido de magnesio, producido por la podredumbre de las raíces. La primavera es la estación mas propicia para trasplantarlas. Su manipulación debe efectuarse en forma cuidadosa ya que son muy frágiles y en caso de producírseles heridas pueden colarse hongos a través de ellas.
¿Qué más te gustaría saber acerca de la Crassula Templo de Buda?