Rosales, sus secretos (II)

En el artículo anterior nos hemos referido al suelo ideal para el correcto desarrollo de los rosales, hoy comenzaremos por referirnos a los riegos.

Los riegos se deben hacer cuando la tierra esté seca o por lo menos una vez por semana en forma abundante, para que el agua alcance las raíces. Si el riego es débil la planta estará débil, dando flores pequeñas con períodos cortos de floración. La tierra deberá mantenerse unida, evitando las grietas naturales. Esta tierra nunca debe tener yuyos.

En el momento de colocar la planta en el hoyo no será necesario colocar ningún tipo de abono, dado que las raíces nuevas serán muy débiles y se pueden quemar por sus componentes.

rosal

Luego de dos semanas de haber plantado los rosales se podrá comenzar a fertilizar con algún producto nitrogenado. El fertilizante se debe colocar sobre la superficie y retirado del tronco. Si el desarrollo se viera débil se deberá repetir la operación una vez al mes en la primavera y en el verano. En el invierno se puede emplear un fertilizante químico compuesto.

Durante los meses de realizarse cuando la savia permanece en reposo, durante los meses de invierno. Esta tarea es muy importante para los rosales, ya que le permiten rejuvenecer y lucir más bonitos.

La poda le dará a tus rosales un aspecto de rejuvenecimiento reanudando una gran floración llena de colores y fuerza. Cuando podes a tus plantas deberás quitarle todas las ramas viejas y más débiles, dejando solo tres o cuatro ramas vigorosas con un largo máximo de 14 centímetros.

Para hacer los cortes se deben tener en cuenta la posición de las yemas, la yema que se encuentre en el extremo superior es la que brindará una nueva rama. Es fundamental que durante la época de floración se eliminen aquellas flores viejas cuando comienzan a perder los pétalos ya que así se evitará el agotamiento de la planta, prolongando el tiempo de floración.

Foto – Flickr

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